El Municipio de Olavarría confirmó en las últimas horas un caso positivo de hantavirus en la ciudad. Se trata de un paciente de 16 años que permanece internado en el Hospital Municipal "Doctor Héctor Cura", donde evoluciona de manera favorable y bajo seguimiento médico permanente.

Desde el gobierno local se informó que, apenas se manifestaron los primeros síntomas compatibles con la enfermedad, intervino el equipo de salud del Municipio junto a la Dirección de Epidemiología e Inmunizaciones y la Dirección de Bromatología. El diagnóstico fue confirmado tras la realización de los estudios de laboratorio correspondientes.

El hantavirus suele manifestarse con fiebre, dolores musculares, escalofríos, cefaleas, náuseas, vómitos, dolor abdominal y diarrea. Ante la aparición de estos síntomas, las autoridades sanitarias recomiendan acercarse de inmediato al centro de salud más cercano para una evaluación médica oportuna.

Se trata de un grupo de virus que infectan a ciertos roedores, y los humanos se contagian principalmente al inhalar partículas virales presentes en la orina, heces o saliva de estos animales. Los síntomas pueden aparecer entre una y seis semanas después del contagio e incluyen, además de fiebre y malestar general, dificultad respiratoria y tos. El síndrome pulmonar por hantavirus puede ser potencialmente mortal, por lo que requiere atención médica urgente.

Las vías de contagio más frecuentes están vinculadas a la inhalación de aire contaminado, aunque también pueden producirse por contacto directo con roedores o sus secreciones, mordeduras o por la contaminación de alimentos.

En cuanto a la prevención, se recomienda mantener viviendas y galpones libres de roedores, tapar grietas por donde puedan ingresar, guardar los alimentos en recipientes herméticos y evitar barrer en seco excrementos, utilizando lavandina diluida y paños húmedos. Además, antes de limpiar espacios cerrados, como galpones o bodegas, es clave ventilar durante al menos 30 minutos. En actividades al aire libre, se aconseja no dormir directamente en el suelo, evitar la manipulación de roedores y consumir únicamente agua potable y alimentos protegidos.