Los que no queremos que este gobierno caiga y que pueda sacar al país de la catástrofe que dejo el peronismo, debemos analizar con objetividad la multitudinaria marcha de ayer.

La sociedad argentina y la juventud en particular puede ,y lo esta haciendo ,soportar un ajuste muy doloroso.

Pero no admite que se metan con la educación publica ,amparada por la Constitucion y que fue la que hizo de la Argentina un país con gran movilidad social.

No nos debe confundir la presencia de ciertos impresentables que fueron grandes culpables de la situación y que se aprovecharon de la marcha porque ellos mismos no pueden juntar gente. Lease CGT y ex funcionarios.

La expresión del Presidente sobre el llanto de los zurdos, es simplemente lamentable.

Si sigue asi, el que no la ve sin duda que es el. Lo cual es muy grave en la situación en que esta el país.

Nadie descarta que se deban auditar los claustros universitarios, como todo aquello que se nutre de las arcas publicas.

Pero la universidad publica tiene un prestigio y un contenido social que el Presidente, egresado de una universidad privada, seguramente desconoce y, por lo visto, menoscaba.

Como ya se dijo Milei no tiene el 56 porciento de los votos, como gran parte del periodismo resalta. En el ballotage, fue el mal menor.

Tiene los votos que le dieron la representación parlamentaria, que es escasa.

Este presidente es , además, muy maleducado y un Presidente debe ser ejemplo para la ciudadanía a la que mal o bien, representa.

Se equivoca la oposición peronista si cree que el pueblo puede pensar en que con ellos se estaba mejor. De la ineptitud y de la corrupción escandalosa no se vuelve ni se debe olvidar.

Un Presidente que reconozca sus errores se eleva ante la opinión publica.

Para el Presidente ,el que no coincide con sus ideas, es corrupto o es la CASTA.

Si el Presidente insiste en el agravio y las injurias puede hacer que la opinión publica, que es su principal capital, se desmorone en muy poco tiempo.Ya ha ocurrido en otros tiempos, y puede volver a pasar.

Y, para que pueda hacer las necesarias reformas, eso es lo que menos deseamos que ocurra.

Enrique Romero Loizaga