Sociedad
En la madrugada del 10 de noviembre de 1985, una combinación fatal de lluvias intensas, obras inconclusas y negligencia oficial provocó la rotura del terraplén que protegía al pueblo. Hoy, tendrá lugar el acto conmemorativo en las ruinas, con la Vigilia por Epecuén.
10 de noviembre de 2025
se cumplen 40 años de la trágica inundación que destruyó Villa Epecuén. En la madrugada del 10 de noviembre de 1985, una combinación fatal de lluvias intensas, obras inconclusas y negligencia oficial provocó la rotura del terraplén que protegía al pueblo y el avance de las aguas del lago lo cubrieron por completo. Todos sus habitantes fueron evacuados de urgencia y perdieron todo: viviendas, recuerdos, comercios y hoteles quedaron sumergidos bajo una masa de agua salada.

Fundada en 1921, Epecuén había sido uno de los destinos más exclusivos del país, reconocida por las propiedades curativas de su laguna hipersalina, comparada con las del Mar Muerto. Durante décadas recibió a miles de visitantes que llegaban para disfrutar de tratamientos terapéuticos, hoteles de lujo y del entorno natural.

Con el paso del tiempo y gracias a obras que detuvieron el ingreso de caudales externos, el agua comenzó a retirarse y dejaron al descubierto las ruinas. Hoteles, casas, calles y el histórico matadero diseñado por Francisco Salamone emergieron convertidos en un paisaje de desolación y belleza.

Villa Epecuén (sus ruinas) se transformó en un atractivo turístico único. El centro de interpretación, las excursiones nocturnas para observar la Vía Láctea y las propiedades terapéuticas del lago -con sus 32 minerales y fangos curativos- atraen a visitantes de todo el país.

A cuatro décadas de la tragedia, Epecuén mantiene vivo su legado como símbolo de memoria, resiliencia y renacimiento. Donde antes hubo un pueblo sumergido, hoy las ruinas relatan una historia que sigue fascinando a quienes buscan comprender cómo la naturaleza y el tiempo transformaron la desolación en belleza.

Hoy, a partir de las 19.00, tendrá lugar el acto conmemorativo en las ruinas, con la Vigilia por Epecuén, con 40 campanazos en el sitio histórico por parte de Bomberos Voluntarios de Carhué, presentación del Proyecto para la Memoria de Epecuén, el descubrimiento de placas con los apellidos de los ex residentes por manzana, la muestra fotográfica "Epecuén de Noche" y la proyección de un video inédito con imágenes de la última temporada de la villa.
Epecuén no solo vive en la memoria, sino en el corazón de todos nosotros. (Cambio 2000 / Fotos en blanco y negro: Cultura Adolfo Alsina)
Cambio 2000
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