Sociedad

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Un presidente ordinario

Por Enrique Romero Loizaga

2 de agosto de 2025

La sociedad argentina fue, en épocas pasadas, muy complaciente con los golpes militares.

Cuando un gobierno elegido democráticamente generaba insatisfacción en ciertos grupos de poder,los militares interrumpian el proceso democrático, violando las leyes y la constitución.

Y la sociedad lo aceptaba mansamente. Incluso si había detenciones arbitrarias y violaciones a los derechos humanos.

Hasta que llego el Proceso de 1976. Cuando se enjuicio a las Juntas militares y a los terroristas subversivos la sociedad argentina dijo NUNCA MAS.

Hubo varias situaciones difíciles en la vida democrática pero se solucionaron dentro de la Constitucion y de las leyes.

Tambien la sociedad se había vuelto tolerante a la corrupción. Especialmente de los gobiernos peronistas. La frase era ROBAN pero HACEN.

Asi pasaron Isabel, Lastiri y Menem. Y se los tolero.

Pero con el apogeo de los Kirchner y la magnitud del saqueo al estado la corrupción llego a limites inimaginables. Ya no se puede tolerar ni in poquito de corrupción. La sociedad asi lo entendio. La condena a CFK tiene que ser un punto de partida para llegar a CORRUPCION CERO.

Con Milei En el gobierno todos hemos asimilado que el equilibrio fiscal es absolutamente necesario para que el país se estabilice y crezca. Pero no es suficiente.

Es necesario que desde la presidencia se respete a los que apoyan pero piensan distinto. Es necesario pacificar los animos y embarcar a toda la sociedad en un gran proyecto nacional de desarrollo, en conjunto y en paz.

El Presidente es maleducado, ignorante, y sobre todas las cosas un fomentador del odio en una sociedad de por si ya bastante dividida.

Los periodistas militantes, que antes criticaban a los otros periodistas militantes justifican los insultos y groserías diciendo que el Presidente es honesto y es su forma de ser.

Si esa es su forma de ser, debe corregir su conducta o estamos en problemas serios.

En la Sociedad Rural, y delante de mujeres y niños que lo veían y escuchaban frente al móvil de Radio Mitre, lanzo una andanada de groserías obsenas y de contenido sexual.

La palabra presidencial no es lo mismo que la de cualquier otro ciudadano.

El presidente es un empleado de todos los argentinos.

De los que lo votaron y de los que no lo votaron.

De los periodistas obsecuentes como Viale-Majul y Feinmann y de los periodistas serios e independientes.

Las próximas elecciones no son entre Milei y CFK>

Son legislativas. Y es una buena oportunidad para votar a los que apoyen las cosas buenas en materia económica y que se opongan a la corrupcion y la insensibilidad social de este presidente y sus ministros.

No nos acostumbremos ni justifiquemos la groseria y la vulgaridad reinante.

Tratemos de elevar el nivel de discusion y de análisis de los problemas que nos aquejan, que no son pocos.

Empezando por un Presidente que es capaz de insultar, humillar y agredir a los que no piensan como el. Eso es el principio de un gobierno autoritario y el principio del fin de una republica.

Enrique Romero Loizaga

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